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I’m proud and happy of presenting the work of Harold Pacheco. This was his final project to obtain the Architect diploma from the Simon Bolivar University. Altougth it is an academic project, it will probably continue with the support of the local actors.

Guest post by Harold Pacheco

Este proyecto de grado se denomina Arquitectura en Participación ya que la interacción de la comunidad es el elemento detonante para la construcción de la propuesta arquitectónica.

Se plantea un diseño participativo basado en la metodología de Place Making Process de Project for Public Spaces. en donde se propone un proceso cíclico que invita a los profesionales y participantes a adentrarse en un trabajo en conjunto que le permite validar sus opiniones y necesidades. Se sugiere que la metodología debe ser reevaluada por sus organizadores entendiendo las realidades particulares de cada una de las situaciones.

En este proceso proceso particular se replantea de la siguiente manera: 

1. Conocer los actores locales

Se elige el Barrio de Catuche, en Caracas el caso de estudio. Se comienza el trabajo participativo desde 2018, con un curso de ampliación de la Red Marcel Roche, Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela, Universidad Católica Andrés Bello y Universidad Paris La Villete, que permitió conocer a la comunidad: su medio físico y sus actores locales e instituciones.

Un actor importante es Fe y Alegría. Una organización sin fines de lucro de alcance nacional, presente en el barrio desde mediados del siglo XX. Han gestionado y construido dos centros comunitarios, y ha reconstruido espacios públicos claves dentro de la comunidad;

La Asociación Civil Catuche (ASOCICA) es la sucesora del antiguo Consorcio Social Catuche, que funcionó hasta 1999 cuando una terrible tragedia golpea gran parte del Litoral Central y el norte de Caracas. En Catuche  600 familias pierden sus viviendas. 

En respuesta a esta tragedia ASOCICA en conjunto con distintos entes nacionales e internacionales, comienzan los trabajos de proyección y construcción del conjunto de viviendas de Puerta de Caracas. Este proyecto se generó bajo una modalidad de diseño participativo en donde sus futuros habitantes pudieron determinar las cualidades determinantes del proyecto. El proyecto fue liderado por los arquitcetos Domingo Álvarez y César Martín, ambos con amplia experiencia en trabajo con comunidades, y fuertes lazos con Catuche.

Entre 2002 y 2004 los trabajos se detienen, hasta que la comunidad gana el amparo legal y se replantea el proyecto con menos viviendas. Los trabajos de la calle de acceso, La Ribenera quedan a medias, y la calle se desploma en 2010, dejando en desuso los estacionamientos de las seis torres de vivienda.

Actualmente el conjunto es gestionado por la Asociación de Vecinos, el Consejo Comunal de La Pastora y ASOCICA. Alberga 201 familias, un salón de uso múltiples, un galpón de 400m2 próximo a la entrada de La Pastora, un área deportiva en la zona norte y las plantas bajas de los edificios que suman 3500m2 de espacios en desuso.  Estos espacios en desuso son el objeto del proyecto a realizar.

2. Evaluar el espacio y conocer sus prácticas.

Junto con los actores locales se comienza a evaluar el medio físico de los distintos sectores. Su acompañamiento es clave para poder entender los fenómenos puntuales que ocurren durante las visitas, y también ayudan a comprender las dinámicas no estudiadas en los ejercicios de observación, cuando los profesionales no están presentes.

El resultado es un mapa de prácticas dentro del sector, sumado a un conjunto de intenciones de los distintos entes y personas claves vinculadas. 

Este proceso se incio durante el Curso de Ampliacion de la Red Marcel Roche en 2018 continuo al ser parte del equipo ganados del concurso de CCS CITY comunidades del 2019.

3. Establecer una visión del lugar.

El resultado del curso inicial fue un proyecto en las plantas bajas de las viviendas de Puerta de Caracas, que fue presentado por parte de la comunidad para recoger sus impresiones. La divulgación del proyecto ayuda a los interesados incorporarse al proceso arquitectónica. Entre los lineamientos iniciales se plantea que se realice una declaración de los objetivos compartidos de las partes, donde se decide el uso del espacio y la movilidad dentro del conjunto.

4. Elaborar experimentos a corto plazo.

Este experimento permitió validar y confrontar la opinión de los usuarios usando maquetas como instrumento de diálogo. Se generan un conjunto de posibles propuestas divididas en tres colores dependiendo del propietario del espacio, en donde cada uno de los interesados pasa por un proceso que se le invita a reflexionar sobre las dimensiones del lugar, posibles conexiones espaciales y de su gestión futura. 

El resultado de este proceso fue fotografiado, analizado y comparado para obtener un resultado que engloba la opinión de la mayor cantidad de encuestados.

5. Generar una nueva visión del lugar y replantear el proceso.

En este paso se genera la propuesta definitiva donde se puede ven reflejadas las necesidades de los usuarios y la forma en la que deciden determinar sus espacios. Se incluye la generación de un plan por fases que sea factible entendiendo la situación actual de. Se propone comenzar por los espacios productivos y por los que incluyen a entes privados.

Por lo tanto, se establece un proyecto en tres fases, en donde primero se consolidan los espacios productivos como las cantinas, guardería y mercados, permitiendo que empresas privadas y organizaciones externas a la comunidad se incluyan desde los inicios del proyecto.

En la segunda etapa se establecen los espacios culturales y se genera una movilidad inclusiva, estas intervenciones son posibles con los recursos gestionados por la primera etapa. Al vincular representaciones artísticas dentro de los espacios se fomenta la empatía hacia el proyecto y se puede incluir a artistas interesados en un proceso en el cual la comunidad ya tiene su gestión e interés.

La tercera etapa consolida la totalidad del proyecto. En esta fase se consolidan los espacios múltiples de las distintas terrazas y se establece el espacio social del conjunto de viviendas, reordenando su circulación y privacidad. 

Se establecen tres tipos de propiedad. Los espacios en los que se restablece la antigua calle la Ribereña son gestionados por las autoridades locales, pues este representa la continuidad vial, formalizando el paso entre La Pastora y los Mecedores, atravesando la localidad de Catuche. Esto traerá una fluidez peatonal que catalizará las intenciones de los entes privados. Estos representan el segundo tipo de propiedad, que funcionará como un límite entre la vida pública de la ciudad y los espacios de privados de la comunidad, estos últimos funcionando como el tercer tipo de propiedad. 

En la propuesta la distribución programática va sucediendo con una suerte de capas y las fachadas del conjunto se piensan de manera similar. Entre los valores del lugar se detecto la importancia de la transparencia como elemento catalizador de las dinámicas actuales; de acuerdo con sus usuarios les hace sentir en control, pues pueden custodiar los espacios de forma efectiva. Se plantean distintos tipos de cerramientos dependiendo de la privacidad del espacio, en donde los espacios que sirven a los vecinos del conjunto deben ser mucho más privados pero conservando su principal fortaleza, por lo tanto se producen muros calados en los puntos de transición de privacidad, mientras que en los espacios manejados por entes privados se liberan las fachadas exteriores para obtener una mejor exposición de las actividades que ocurren en el lugar y de esa forma aprovechar la nueva circulación peatonal. 

Aprovechando la influencia de personajes representativos de la comunidad se propone una toponimia conmemorativa que ayudará a la consolidación del proyecto a futuro, pues estos actores claves se interesan en la consolidación del espacio y en el seguimiento del proyecto.

Con la generación de la propuesta final se repite el paso 3, en donde el proyecto se vuelve a presentar en la comunidad, recolectando las opiniones de los participantes para de esta forma continuar con el ciclo propuesto por PPS en su marco metodológico. 

Durante este tiempo la comunidad de Catuche me permitió conocerla y empezar a entender sus dinámicas y prácticas. Este proceso sólo fue posible gracias al acompañamiento de sus habitantes y de su interés por el mejoramiento de sus espacios.

Muchas veces la comunidad tiene la capacidad de plantear soluciones a sus problemas cotidianos, pero es la labor de los profesionales unir las intenciones y dirigirlas de manera efectiva, aprovechando las virtudes de cada espacio y explotando su potencial, generando nuevas opciones nunca previstas por sus usuarios habituales. 

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